domingo, 25 de noviembre de 2012



Disponemos de un texto periodístico de tipología argumentativa que tiene como finalidad influir en el interlocutor o destinatario. Presenta una estructura encuadrada, ya que el tema del principio se desarrolla a lo largo del texto y éste tiene, por último, una conclusión que refuerza la idea inicial. En estos textos suelen predominar la función apelativa y expresiva (en la que se presentan puntos de vista, opiniones, etc, sobre el tema). Su autor es Manuel Vicent, escritor contemporáneo que presenta una manera de redactar que se caracteriza por resaltar los momentos más importantes de la circunstancia en la que se esté. El autor realiza colaboraciones en la prensa escrita sobre todo en el periódico el país.

El texto nos hace reflexionar sobre lo que han llegado a ser las mujeres y sobre lo que están empezando a ser actualmente. Todos sabemos que en la actualidad, el icono de la mayoría de las mujeres (no todas) es el poseer belleza y atracción en lo físico, cayendo por así decirlo bajo las zarpas de los hombres. El concepto del deseo de libertad y dignidad que se tenía por parte de las mujeres no hace mucho tiempo se está empezando a desvanecer, simplemente por el mero hecho de encajar en un "perfil" social por el que sean aceptadas, o por el hecho de tener algún hombre al que impresionar y poder dominar en un futuro. Si nos remontamos atrás, como bien hace referencia Manuel Vicent, una de las grandes revoluciones del siglo XX, ha sido la irrupción de la mujer en la vida pública en contraposición al dominio del hombre en todos los campos, como si de sólo ellos se tratase la existencia mientras que la mujer, estaba sometida a su casa y a sus hijos. No fue sino hasta finales del siglo XIX cuando la mujer comenzó a despertar de su letargo, exigiendo cada vez con más intensidad el derecho al trabajo, a la educación y  al sufragio, así como el tener dignidad. Todo ello nos indica que sí que hubo un momento de auge en las mujeres, sí que hubo una época en la que rehusaron de hacer siempre lo mismo y estar sometidas al hombre y, fue entonces, cuando alcanzaron lo que se merecían. En mi opinión, con el paso del tiempo ese concepto se va deteriorando, hasta tal punto en el que hoy en día observamos los mismos casos de maltrato y/o sometimiento contra la mujer o, por otra parte, persuasión y posterior control con el fin de tener un hombre al que dominar. ¿Habrá algo positivo en ignorar los propios derechos a conciencia, con el fin de incrustarse en el contorno social predominante?

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